Mufasa: El Rey León

Mufasa: El Rey León

Ya va llegando diciembre y sus posadas. Se va acercando ya también la navidad. Y con ellos los estrenos esperados para pasar el rato entre cenas familiares y diligencias en las vísperas. De paso, la casa del ratón viene a demostrar por qué es el hegemónico creador de contenido para todas las edades.

Oigo el nombre y tiemblo

En la espera de la llegada de un nuevo miembro de la familia Real, a la pequeña heredera del trono de Simba le es explicada la historia de origen de su sabio y bien recordado abuelo Mufasa. ¿Qué secretos del pasado serán revelados y cómo darán forma al futuro de la dinastía felina?

De nuevo, en el departamento de secuelas no solicitadas llega esta precuela a decirnos “no contaban con nuestra astucia”. Para explicarnos lo que no sabíamos que necesitábamos al respecto de quien fuera un personaje circunstancial, aunque de gran peso, en la trama original.

Ya veía yo un conflicto desde la primera entrega de esta renovada saga, sobre todo en el apartado visual. El cuál, si bien no cae totalmente en el valle misterioso tampoco me parece que avance en la dirección correcta en la ruta de la evolución del medio animado.

Pero no es que carezca de mérito. Hay un alud de escenas visualmente atractivas, aunque para nada memorables, que hacen gala de un gran logro técnico; pero que, por alguna razón no despiertan interés como lo hacían las cintas animadas de hace unas décadas.

Una película así le apunta a tres grupos: niños, padres de los niños, y entusiastas de la animación. Pero al ver en la audiencia a niños más bien distraídos, padres dispersos y entusiastas más bien… no tan entusiasmados; nada más resulta difícil encontrar al verdadero público objetivo.

¿Música? Sí están las letras ingeniosas de Lin-Manuel Miranda, lo que le daría mérito en una plataforma como broadway. Aunque, al ser cine, sí que se echan de menos las melodías con estribillos sencillos que los peques puedan cantar de camino a casa.

Algo le pasa a esta técnica de animación que nada más no me parece que despierte la empatía y encanto que otros medios ofrecen. O será que ya no veo lo que nuevas generaciones aprecian en el entretenimiento de hoy. Amén de eso, e independientemente del medio, lo que hace que una película destaque es una simple directiva: buenas historias. Podría haber sido esta.

¿Recomendable? De ser usted, esperaría a verla en streaming.

¿Memorable? Tristemente, es fácil de olvidar.

¿Trascendente? La original tiene una sombra muy grande… que está más allá de su reino, nunca debería ir allá