How To Train Your Dragon The Hidden World (Cómo Entrenar a Tu Dragón Tres)
Qué bonito es lo bonito, y qué satisfactorio es salir de la sala de cine después de ver una pieza que cierra correctamente con una gran trilogía.
De esas ocasiones en que el alma de la fiesta sabe cuándo retirarse oportunamente.
Hiccup (Hipo, para los amigos) ocupa ya en forma el cargo de líder de su tribu de bravos vikingos. Y se enfrentará a serias tomas de decisiones que sellarán para siempre el destino de dragones y hombres.
Esta es de esas historias que cautivan en todo sentido. El diseño de producción de toda esta saga siempre me ha dejado extasiado. Hay una cuidada estética para cada ocasión: los campos, el cielo y el mar; los bosques, los pueblos y montañas; bien abrigados con una banda sonora poética. Servido todo con una historia sencilla y honesta.
Tocando el tema de diseño, siempre me pareció un gran acierto el modelado del «Furia Nocturna» que se aprecia como un modelo “deportivo compacto”. De ahí en más, que cada especie de dragón empatara con la personalidad y gracia del resto de los miembros de la pandilla parecería algo forzado. Pero será si acaso la constante crítica de mi parte a los trabajos de este estudio: los patiños entran y salen como si nada.
Estas historias, las tres, llevan ese melancólico agridulce tenor de las pérdidas inevitables que tiene la vida a veces —más bien, siempre— y del flujo irrefrenable de la naturaleza; que sigue y sigue de generación en generación. Un muy buen aperitivo para que padres e hijos comiencen un diálogo sobre la trascendencia.
Esta franquicia ha sabido ser oportuna en cada entrega. Cada una respetando las reglas de su antecesora y aportando la lección de fondo que viene a presentar con gracia y forma. Concluyendo con esta tercer historia que sí, lo diré, le da el broche de oro justo a tiempo. Sin pretensiones, sin ambiciones, que ha sabido madurar en estos ¡nueve años! junto con su modesta (que no reducida) afición.
Hasta siempre recordaremos a estos entrañables personajes, tan amenos, tan humanos. Que ascendieron a donde llegaron con victorias y derrotas. Que refrendan este ya no tan nuevo lenguaje del género de animación que es capaz de ser algo más que solo colores y formas chuscas para divertimento básico. Y que habla no solo a niños, sino a cualquiera que quiera escuchar una historia y no nada más un pasatiempo.
¿Recomendable? Sí; aunque más valdrá haber visto las dos anteriores.
¿Memorable? No por sí sola. Sí como una gran trilogía.
¿Trascendente? Ese dragón ya forma parte del bestiario de la cultura pop.